Últimamente, resulta inevitable pensar cuantas decisiones destinadas a solucionar problemas derivan en conflictos y situaciones erráticas. Las vemos repetirse con demasiada frecuencia y, en la mayoría de los casos, por la misma razón: no haber intentado calzar el zapato de quien del otro lado, espera recibirlas. — Escuchaba la decepción de un amigo al que le negaron un crédito bancario que fue a pedir esperanzado con el anuncio de los fondos que el gobierno destinó a asistir a las PyMes. Ante el listado de requisitos y condiciones que le plantearon en su banco, imposibles de cumplir para…